Por Ana Sánchez Herraez, Concejala del Grupo Socialista en Ordizia
El pasado 28 de abril, un apagón eléctrico de gran magnitud dejó sin suministro a miles de personas en toda la península. Ordizia no fue la excepción. Comercios cerrados, servicios esenciales paralizados, comunicaciones interrumpidas y una sensación generalizada de desconcierto marcaron una jornada que puso a prueba nuestra capacidad de respuesta como municipio.
Desde el Grupo Socialista de Ordizia, hemos solicitado al Ayuntamiento la elaboración de un estudio riguroso que analice el impacto real del apagón en nuestra villa. Queremos saber qué ocurrió exactamente en nuestros servicios públicos —como la Escuela Infantil Alotza, el Centro de Día, el Polideportivo Majori o la Policía Municipal— y también en servicios esenciales dependientes de otras instituciones, como el ambulatorio o los centros escolares.
Pero no basta con mirar hacia dentro. También exigimos que se evalúen los efectos en farmacias, bancos, supermercados y comercio local. ¿Qué falló? ¿Qué pudo haberse hecho mejor? ¿Qué protocolos tenemos y qué protocolos necesitamos?
Otros municipios de Gipuzkoa ya han tomado medidas similares. En Irun, por ejemplo, se ha debatido recientemente sobre la mejora de infraestructuras críticas tras eventos similares. Ordizia no puede quedarse atrás.
No se trata de buscar culpables, sino de asumir nuestra responsabilidad institucional. Analizar lo ocurrido es el primer paso para proteger mejor a nuestra ciudadanía en el futuro. El Grupo Socialista cree firmemente que estar preparados es un acto de justicia y compromiso. Por eso pedimos transparencia, datos y medidas concretas.
Porque cuando se apagan las luces, lo que no puede fallar es la gestión.
