Memoria Histórica del 22 al 28 de mayo
Nuestro pasado nos exige una reflexión crítica y ética, y muy especialmente al universo político de ETA. Tratar de imponer por la fuerza un proyecto político, vulnerar derechos y libertades básicas –entre ellos el primero y más importante, el derecho a la vida- y utilizar el recurso a la violencia con fines políticos debiera concluir en una autocrítica ética, política y democrática por parte de ese universo político: fue injusto, radicalmente injusto. Un pasado que nos invita también a extraer aprendizajes para el futuro.